La mirada indiscreta del turista: el caso de las mujeres kayan
Esta imagen debe dar qué pensar. Estas mujeres son fotografiadas indiscriminadamente por turistas. Pertenecen a una pequeña etnia de Birmania, la Kayan. Sin embargo, los kayan se unieron a la lucha armada contra la dictadura de Birmania y algunos tuvieron que huir a la vecina Tailandia, donde el gobierno no les reconoce el estatus de refugiados. Para sobrevivir, sus mujeres, conocidas por sus altísimos cuellos, se dejan fotografíar.
El zoo humano en que se están covirtiendo los tres poblados kayan que hay en Tailandia ha hecho reaccionar al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR en inglés). El organismo internacional pide a los turistas que dejen de ir y que el gobierno tailandés se ocupe de proteger a sus refugiados. Incluso se plantea un boicot contra este tipo de turismo.
Sin llegar a este extremo, creo que muchos hemos sido testigos, si no partícipes, de tomar fotografías sin permiso, privando al fotógrafo de una mínima complicidad con el sujeto. Estableciendo una relación social previa podemos conseguir no sólo su permiso, sino su colaboración.
Hoy con la abundancia de las cámaras digitales, la fotografía se vanaliza. Se invierte casi más tiempo tomando las fotos que observándolas (muy pocas llegan a imprimirse).. una vez en casa éstas se desperdigan por las carpetas de nuestra computadora. No entiendo por qué la gente toma fotos que se parecen a las postales (pero de peor calidad claro está) o de objetos, edificios, que están más que fotografiados. A veces me dan ganas de gritar a los turistas: ¡aparta la cámara y mira! ¿Cuántas veces hemos visto a turistas que al poner el pie en un lugar hermoso, ya tienen la cámara pegada a la cara?
¿No sería más inteligente tomar menos fotos pero de más calidad y significado?
Si queréis ver una entrevista con una kayan en castellano sobre los famosos anillos al cuello, podéis hacerlo aquí:
Esto me ha estremecido. Por otro lado, es un claro ejemplo de banalización de la cultura y la tradición de los pueblos. Para mi sería lo equivalente a la explotación de los recursos naturales, pero llevado a la cultura de los pueblos fruto de un erróneo planteamiento de la actividad turística.
Totalmente de acuerdo, gracias por tu comentario. Yo espero que como turistas cada vez seamos más responsables y realmente investiguemos sobre el tipo de turismo que hacemos, porque no siempre es tan obvio que existe explotación detrás de lo que vemos como en el caso de turismo sexual de menores.
Y como profesionales de turismo, que cuando gestionemos destinos tengamos la ética y la moral y la objetividad de no implicarnos en este tipo de actividades.
Carlos, muchas gracias por compartirlo, me quedo con tu reflexión «No entiendo por qué la gente toma fotos que se parecen a las postales (pero de peor calidad claro está) o de objetos, edificios, que están más que fotografiados. A veces me dan ganas de gritar a los turistas: ¡aparta la cámara y mira! ¿Cuántas veces hemos visto a turistas que al poner el pie en un lugar hermoso, ya tienen la cámara pegada a la cara?
¿No sería más inteligente tomar menos fotos pero de más calidad y significado?»
Yo voy a hacer un poco de abogada del diablo. ¿No es el turismo el arte de enseñar? Cuando se trata de turismo cultural, ¿No se basa en ver in situ las cosas que los demás quieren enseñarnos? Todos nos exhibimos. Lo exhibe una señora que lleva dos meses desgastándose las manos para hacer cestas de mimbre, un señor que se deja la espalda en la huerta para vender unas hortalizas estupendas… Lo hacen porque se sienten orgullosos de ello. Igual que estas chicas se sienten orgullosas y bonitas de sus collares y de formar parte de una historia y tradición tan antigua. Creo que siempre que la gente lo haga voluntariamente, no hay ningún problema en ello. Y este vídeo que sale en el post que nos pasa Carlos lo deja muy claro que lo hacen porque quieren. http://www.youtube.com/watch?v=bJ-D1w6AS-E
¿Qué es realmente lo que nos alarma, que lo hagan o que se exhiban? ¿No es un poco etnocentrista que nos alarme cualquiera de las dos cosas? Si a ellas no les molesta, ¿qué hay de malo? Caso a parte es lo que dices, Annie, de que sólo se llevan una quinta parte, como mucho, de lo que ganan, eso ya es otro cantar. ¿Pero el hecho en sí de hacerlo?
Y qué diferencia hay entre esa foto y esta foto? http://www.elpais.com/fotogaleria/deportes/Fina… Que la mujer tiene el cuello largo? Si ella se siente bien y orgullosa, como dicen en el vídeo…
Hola, gracias por vuestros comentarios. Realmente estoy en desacuerdo con tu postura Blanca. Para los países en desarrollo, el turismo puede llegar a ser una poderosa herramienta de crecimiento. Como sector económico lo que se busca es contribuir a mejorar el nivel de bienestar en los destinos. Es cierto que permite capitalizar los recursos naturales, culturales y patrimoniales. Si bien es cierto que en este caso se ofrece oportunidad de trabajo a mujeres e internacionaliza la cultura de las Kayan no creo que se refuerce la comunidad ni este implicada en el proceso. Preguntas que diferencia hay entre la foto de Nadal y las de ellas, creo que la respuesta es sencilla, Nadal esta en una rueda de prensa y luego se va para su casa y tiene una vida privada. Estas mujeres están siendo invadidas por turistas en su aldea, en sus casas, muchas fotos son de ellas sonriendo, pero otras son haciendo sus actividades «privadas» no tiene donde estar. Como las Kayan hay varias comunidades indígenas, con este problema. Y por supuesto me quedo con la reflexión de Carlos sobre como este son estas mujeres Kayan, las refugiadas y abandonadas.
Yo lo veo como la prostutución. Si las circunstancias son tan extremas la gente llega a pasar por ello. En la foto de mi post no creo que las mujeres se sientan muy dignas y no creo que la dignidad sea un concepto occidental…
Gracias por la aportación!
Blanca, yo lo del video lo he entendido como que está orgullosa de esa tradición no de que se sienta orgullosa de posar. Además me parece que porque una kayan diga algo, no quiere decir necesariamente que todas opinen necesariamente lo mismo: es lo que tienen las generalizaciones.
La diferencia me parece bastante clara.
En el caso del Nadal, me parece que pertenece a rito/ceremonia pre acordado en la sociedad en el que el trofeo es un símbolo que indica que se ha realizado un logro importante.
En el otro caso, se fotografía en la distancia, simplemente por una característica propia de la etnia sin que haya ningún tipo de mediación ni relación social pre-existente. El turista fotógrafo no sabe el nombre de la kayan, no habla con ella, la fotografía y luego mostrará la foto a sus amigos en una cena que la señalarán con el dedo como extravagancia y el significado de los aros perderá su significado original.
Te habrás leido que la mayoría de los kayan están en birmania y solo la minoría que están refugiados y abandonados por tailandia son los que se prestan a la fotografía.
Igual otros en sus mismas circunstancias recurren a la prostitución y eso no quiere decir que me esté de acuerdo con ella, aunque entienda las circunstancias en que se produce.
Gracias blanca por tus comentarios, que son adecuados para estimular el debate.
Buenas,
Carlos, siento decepcionarte pero en Birmania (Myanmar) la situación no es mejor. Uno de los focos turísticos del país es el lago Inle. Una especie de centro comercial acuático; desgraciadamente en lo que fue un lago «habitado» en casas sobre el mismo. Ahora las visitas al lago son visitas a las casas convertidas en tiendas a lo largo de éste. Cualquier barca que contrates te hará «el recorrido» por las tiendas y, sinceramente, no vi forma de poder hacer otra cosa.
Al grano, el caso es que en una de esas tiendas tiene como atractivo precisamente el hacerles fotos a estas mujeres que están allí posando para los compradores. Los mismos dependientes que te ven con la cámara te animan a que les hagas fotos. En mi caso, además del mosqueo por verme inmerso en el «circuito comercial», me parecía simplemente humillante. Y lo dice alguien que está deseando hacer fotos de personas, siempre con su consentimiento.
Sobre las postales y más cosas, temo que soy de los «retratados». Hago demasiadas fotos, aunque también trato de vivir el momento sin la cámara en la cara. 😉 Pero eso da para más conversación y acabo de descubrir esta estupenda página por la que doy las gracias.
Saludos,
Colegota