El legado de Jost Krippendorf: The Holiday Makers
Jost Krippendorf fue un académico, profesor e investigador suizo. Fue de los primeros que se puso a reflexionar seriamente sobre el fenómeno turístico de masas más allá de cómo sacarle dinero al turista, ya que la literatura académica sobre el turismo está basada en las necesidades de las empresas turísticas: gestión y marketing. Relacionó el concepto de sostenibilidad con el turismo, cuando nadie hablaba de sostenibilidad y el turismo se aceptaba acríticamente como un desarrollo limpio.
Está considerado hoy como uno de los padres de turismo sostenible. Ya fallecido, murió en 2003, se le recuerda por su trabajo en los años 80 por señalar el daño medioambiental y cultural que el turismo de masas ejercía sobre su Suiza natal y otras partes del mundo. Se cuestionó la relación -casi siempre desequilibrada- entre los turistas y los lugareños, un tema sobre el que hasta entonces nadie se había puesto a pensar…
El libro que de arriba, The Holiday Makers: Understanding The Impact Of Leisure And Travel, es uno de los más citados en el ámbito académico del turismo sostenible/responsable. No ha sido aún traducido al español a pesar de que ya han pasado más de un cuarto de siglo desde que se publicó en 1987 en inglés, aunque ya había salido en alemán en 1984 como Die Ferienmenschen.
En los años 80, mucho antes de que se pusiera de moda la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), Krippendorf intentó aportar un componente ecologista/social a todos los departamentos de la universidad, aunque no se le hizo mucho caso.
Su objetivo no era parar el turismo, pero canalizarlo de tal forma que contribuyera a la conservación medioambiental y a las comunidades locales. Más que una simple regulación de la industria turística Krippendorf pidió a las empresas responsabilidad para mirar más allá, sobre el resultado de sus acciones a largo plazo. Hizo lo posible por educar al público para que eligieran sus vacaciones mejor.
Nunca evitó la polémica, ya que sabía que su tesis era controvertida necesariamente. Fue atacado personalmente pero siempre respondía «estamos condenados a la tarea de tener altura de miras, ser críticos y por lo tanto impopulares». En Suiza sus críticas al modelo de crecimiento económico no le salieron gratis y sus tesis apartadas de los debates sobre el sector.
Al final, poco a poco, sus tesis se están imponiendo en la industria turística, pero aún hoy en 2010 nos queda mucho camino por recorrer. De momento recomiendo el libro que encabeza este post. Se lee muy fácilmente, eso sí, en inglés hasta que algún editor lo traduzca al castellano.
Para saber más se puede leer el obituario de The guardian.
Para que el turismo sea consciente y responsable como dicen algunos no hay que pedirlo a los turistas, aunque también, sino poner en vigor leyes de obligado cumplimiento tanto para los que producen servicios incentivadores como facilitadores. La educación de los consumidores está muy bien pero es más eficaz obligar por ley a los productores. Así es como se hace en todos los sectores y es como debe hacerse en el turismo.
Un reto que se impone a la conciencia de los individuos, no solo para hablar sino para practicar un turismo responsable, es la prevalencia de una mentalidad materialista e inmediatista de la sociedad que se alimenta de la visión consumista.
Norma y reglamentos son importantes para mantener un estado de derecho, en el sentido pleno de la palabra, pero una conciencia educada por principios, valores, moral y ética son indispensables para redimensionar un nuevo modelo de turismo que pueda ser llamado responsable. Un turismo responsable, por lo tanto, no será resultado del trabajo del avance y logros que se tengan en una sola trinchera, sino del fomento de un nuevo estado de conciencia que muestre a los actores del turismo que es necesario un nuevo modelo civilizatorio que se difunda en medios de comunicación, que los atractivos y la gente misma no sean vistos como simples recursos que pueden usarse y tirarse, que la cuestión de la responsabilidad en el turismo demanda un argumento filosófico epistemológico de cuestiones tan básicas como las relaciones interpresonales, la percepción de lo que significa bienestar, calidad de vida, disfrute y desarrollo integral, más allá de caracterizar buenos modales o restringirlos por una normatividad.
El poder aplicar un turismo responsable tiene la dualidad, de que los habitantes de un destino turistico, se convierten en turistas de otro destino. La enseñanza se tiene que impartir de forma equitativa a turistas y comunidad receptora sino los resultados se consiguen a media.