El almacenamiento de energía incrementa la eficiencia de las renovables

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Central solar sevillana que produce electricidad incluso de noche.

Central solar sevillana que produce electricidad incluso de noche.

Un inconveniente de algunas energías renovables es su disponibilidad variable (o sea, que no están siempre disponibles). Un estudio científico realizado en Corea del Sur ofrece cifras sobre cómo los sistemas de almacenamiento de energía compensan ese inconveniente reduciendo, además, el precio. Estos sistemas de almacenamiento tienen dos ventajas principalmente:

  1. Incrementar la eficiencia bajando el pico de demanda del sistema eléctrico: La energía almacenada se usa en el momento de mayor demanda eléctrica, de forma que el efecto es similar a reducir ese pico de demanda.
  2. Reducir la cantidad extra de potencia renovable a instalar para compensar la variabilidad de las renovables: Las principales renovables, sol y viento, varían a lo largo del día. Un sistema de almacenamiento permite guardar energía cuando se produzca de más, y usar la energía almacenada cuando se requiera.

Los sistemas de almacenamiento de energía permiten utilizar mayor cantidad de energía renovable. Esto implica reducir costes, ya que las renovables son más baratas. En el caso de España, además, esto facilitaría el cierre de las centrales nucleares pues, como es sabido, estas frenan el uso y expansión de las energías renovables. Por ejemplo, las nucleares obligan a parar los aerogeneradores en ciertos momentos.

Embalse de Villaverde (Málaga) en el Salto de la Encantada, una de las centrales hidroeléctricas reversibles más grandes de España.

Embalse de Villaverde (Málaga) en el Salto de la Encantada, una de las centrales hidroeléctricas reversibles más grandes de España. Haz click para ver más datos y fotos.

Por supuesto, los sistema de almacenamiento tienen un coste, pero estos científicos concluyen que las baterías han bajado tanto su precio que ya son rentables. Además, existen otros métodos de almacenamiento de energía que pueden ser incluso más baratos y ecológicos que el uso de baterías específicas, como por ejemplo:

  • Centrales hidroeléctricas reversibles: Consisten en subir agua a un pantano superior cuando hay electricidad sobrante y dejarla caer para producir electricidad cuando hace falta. En España hay algunas y son muy rentables.
  • Métodos térmicos: La central solar de Gemasolar en Sevilla usa sales fundidas para almacenar el calor pudiendo así producir electricidad solar durante 15 horas sin sol (de noche o en días nublados). Hay otras técnicas, como los sistemas que producen hielo como almacén de energía, recuperando dicha energía en forma de refrigeración cuando la energía eléctrica está más cara.
  • Tecnología V2G (Vehicle-To-Grid): Consiste en usar el parque de vehículos eléctricos como un almacenamiento distribuido y por el que se pagaría al propietario de cada vehículo. Esto haría más atractivo este tipo de vehículos que en España están frenados artificialmente (pensemos que Portugal, con menos poder adquisitivo, tiene el triple de coches eléctricos).

El crecimiento de la eólica y la fotovoltaica a nivel mundial ha sido espectacular, salvo en España (por el parón político a las renovables del que tanto se ha quejado la sociedad). Entre 2000 y 2015 la generación de eólica y fotovoltaica crecieron 355 GW y 179 GW respectivamente, y la tendencia no deja de aumentar.

El caso de Corea del Sur es peculiar porque su energía procede históricamente del carbón y de sus dos nucleares, mientras que la eólica y la fotovoltaica son aún residuales (3.8% en 2015). Estos científicos coreanos pretenden fomentar las renovables en su país demostrando con datos su rentabilidad económica. Además, habría que valorar también tanto los beneficios en la salud como en el medioambiente (cambio climático, impacto de la minería del carbón…).

Según este estudio, los beneficios netamente económicos de un sistema de almacenamiento cambian dependiendo del tipo de energía renovable usada. Como era de esperar, un sistema sólo con energía eólica (o sólo con energía solar) se beneficia más del almacenamiento de energía que un sistema mixto eólico-fotovoltaico, pues este último es más estable (tiene menor variabilidad). Resumiendo, la energía fotovoltaica y la eólica se complementan muy bien, pues son escasos los momentos sin sol ni viento y los vientos más fuertes suelen ser de noche.

Así pues, lo óptimo es un sistema mixto eólico-solar bien balanceado y con sistemas de almacenamiento. Esto puede reducir tanto la variabilidad del sistema que los costos de la energía de reserva pueden casi desaparecer (por ejemplo, centrales de carbón encendidas por si fueran necesarias puntualmente). Además, con un sistema bien balanceado se requieren menos sistemas de almacenamiento. Obviamente, esto no es sencillo de diseñar y por eso, el ministerio competente debe estar en manos de expertos y no de meros políticos nombrados por su amor al partido.

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NOTA: Este artículo se publicó en el blog de ielektro, a los que agradecemos la difusión de información ambiental y sobre energías renovables.

Archivado en: Buenas noticias, Contaminación, Energía, Energía Sostenible, Sostenibilidad

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Contenido publicado orginalmente en: https://blogsostenible.wordpress.com/2017/11/19/almacenamiento-energia-eficiencia-renovables/

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