El daño medioambiental también acabará con tu empleo
… y lo sabes. Allá por el 2006 el otras veces mencionado y no siempre valorado Informe Stern nos indicaba que, si las cosas seguían como entonces, el cambio climático reduciría el bienestar en un porcentaje equivalente a un descenso del consumo per cápita de entre el 5 y el 20% a escala mundial. Y el escenario no ha hecho sino empeorar …
Si vamos a cuestiones concretas, se estima que la disponibilidad de agua y el rendimiento del suelo se pueden ver reducidos en un 20% si las temperaturas suben 2°C. Como siempre, los más afectados serán los empleos agrícolas precarios en zonas secas, sobre todo de África.
Otro dato, en países en vías de desarrollo que padecen temperaturas muy altas se ha constatado una disminución de la productividad laboral de hasta la mitad de lo que se pueden considerar como un nivel normal, principalmente en actividades que se desarrollan al aire libre, como puede ser el caso de la construcción.
Pero todavía más grave, se calcula que en 2012 murieron casi 13 millones de personas porque vivían o trabajaban en entornos insalubres.
Estos datos a modo de ejemplo nos dan idea de cómo se pueden ver afectados los mercados laborales y cómo repercute en la justicia social pues, como habrás observado, los más perjudicados son siempre los más pobres.
Si nos fijamos en los desastres producidos por fenómenos debidos al cambio climático, todavía podemos observar un impacto más directo en el empleo. Ha sido el Banco Mundial el que ha estimado que las pérdidas demográficas y la reducción del valor de las propiedades que ocasionarán las inundaciones en el mundo se multiplicarán casi por 10, pasando de los 6.000 millones de dólares de 2005, a más de 50.000 millones en 2050.
1000 millones de personas viven y trabajan en zonas bajas propensas a las riadas o afectadas por inundaciones debidas a la subida del nivel del mar
A nivel mundial, en 2008, fueron unos 20 millones de personas lo que se vieron forzados a abandonar sus hogares a causa de acontecimientos climáticos extremos. Quizás te parezca un número discreto pero los desplazamientos por conflictos y guerras supusieron un cuarto de esta cifra, sobre unos 4,6 millones de afectados.
En 2014, el tifón Hagupit que asoló Filipinas causó daños que afectaron a 800.000 trabajadores. Y la sequía que sufrió en 2011 África oriental afectó a más de 13 millones de personas, campesinos y pastores en su mayoría.
En 2012 se dedicaban a la pesca y la acuicultura algo más de 58 millones de personas, sobre todo pequeños pescadores de zonas desfavorecidas. Dado el actual ritmo de sobrexplotación, como más del 50% de las pesquerías afectadas, lo cierto es que la pesca a nivel mundial podría entrar gravemente comprometida para ese fatídico 2050, y con ella la mayoría de sus puestos de trabajo.
Para 2050 las migraciones por motivos medioambientales podrán afectar hasta 1.000 millones de personas, siendo la primera causa de emigración. Ese gran desplazamiento de trabajadores sin duda supondrá una gran presión para todos los mercados laborales.
Seguramente siempre habías pensado únicamente en las consecuencias ambientales del cambio climático, pero no son desdeñables las graves repercusiones de este problema en lo que respecta al empleo y a la desigualdad.
Después de lo visto y los datos arrojados, nos enfrentamos al reto de alcanzar un crecimiento sostenible en sus 3 vertientes, es decir, la económica, la medioambiental y la social.
Y todo ello pasa por mostrar ecointeligencia y valentía para diseñar y llevar a cabo una serie de cambios relativos en la política, en cómo se conciben las empresas, en los factores productivos, en la inversión y el consumo, que propicien una profunda transformación que nos conduzca a un estilo de vida sostenible.
Y tu, ¿crees que tu empleo corre peligro?
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Fuente original: https://www.ecointeligencia.com/2018/03/medioambiente-empleo/
